Registro paleontológico del estado de Tlaxcala
Los estudios paleobotánicos realizados en el estado de Tlaxcala en los últimos veinte años han cambiado la visión sobre su importancia paleobiológica, que pasó de ser un sitio de recolecta de escasos fósiles del Pleistoceno a ser considerada una región rica en evidencias de la evolución de la flora mexicana en los últimos 15 millones de años (Ma).
Este replanteamiento en la importancia del registro fósil de la región tlaxcalteca se debe a los hallazgos registrados en sus principales localidades, que evidencian los procesos o cambios que ocurrieron en la biota mexicana del Mioceno al Holoceno.
Las localidades más antiguas de Tlaxcala se sitúan en el municipio de Panotla, con una edad del Mioceno medio (15 Ma aproximadamente), en la que se han descrito e identificado maderas permineralizadas.
Estos registros sugieren que en dicha región prosperó una selva alta o mediana perennifolia sobre suelos volcánicos, a alturas
menores a los 900 metros sobre el nivel del mar (msnm). También, evidencia del Mioceno medio se encuentra en la región de San
Esteban Tizatlán, un sitio paleontológico donde el registro fósil de impresiones de hojas y polen sugiere que existió un bosque mesófilo de montaña alrededor de los 15 Ma atrás.
Para el Plioceno (5.33 - 2.58 Ma), en la mina El Lucero y la mina Santa Bárbara, ubicadas en el centro del estado, cercanas a la comunidad de San Mateo Huexoyucán, afloró un yacimiento fosilífero conformado por una secuencia de estratos laminados, el cual se registra gran número de taxa de diatomeas, resultado de la actividad de un gran lago productivo durante los inicios de la
última gran glaciación.