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Tetralogía de historia sobre nuestra tribu. He decidido prestar mis manos, y mi escritura, mi literatura, a la voz del narrador de la historia, a la voz de la memoria de mi tribu, para los que estamos aquí y los que vendrán de nuestra tribu cuando ya no estemos; he decidido usar mis palabras para contar esta larga pero apasionante historia, que consiste en un recuento de la sucesión de eventos, los olvidados personajes, impactantes momentos, extraordinarias vivencias, cuantiosos sufrimientos, millares de muertes, incontables guerras, devastadores y complicados cambios, numerosas tempestades seguidas de muy pocas y cortas calmas, que han desembocado como un furioso río en nuestros tiempos, poniéndonos donde estamos, haciéndonos quienes somos, en la persecución y búsqueda de la conquista de un tiempo porvenir, el cual empezamos a pisar poco a poco.

Esta historia es la nuestra, no tenemos otra, éste es el tesoro y la raíz de nuestra identidad, somos los comcaac, que en nuestra lengua significa ―la gente― es así como nos llamamos a nosotros mismos, o los seris como aún nos llaman muchos que no saben que es un nombre que probablemente los ópatas usaban para referirse a nosotros que según algunos textos significa ―el que va de prisa―, otros tantos dirán que fueron los yaquis y que significa ―los que vienen de la arena― el hecho es que otra cultura nos dio el nombre que se volvió de uso común al paso del tiempo para referirse a nosotros―

Una generación de los comcaac que busca respuestas, que buscan su pasado, como todo pueblo tiene preguntas y se las lanza al tiempo, pero también con derecho histórico a las respuestas, muchos los que viven el ocaso de su vida hoy, ya tienen poco o muy limitado el tiempo para poder entregarlo todo, su condición de salud y necesidad han debilitado su fuerza para contar historias, sin embargo muchos aún lo hacen hasta el final de sus días, desde hace cientos de años en la existencia de nuestra gente se vive a un ritmo tan acelerado de cambios y tardías adaptaciones, que se ha vuelto prioridad subsistir, todo pasa tan veloz, todo está tan lejos y disperso el conocimiento de lo que ocurrió antes de nosotros, que seguramente es poco menos que frustrante e imposible reconstruir la línea del tiempo de nuestra historia, de eventos, personajes, de nuestra gente, de aquellos que ya no están pero que les debemos todo, aquellos quienes sus identidades se fueron como arena de las manos volando con el viento, sus historias muchas se escondieron en las sombras y el silencio, y los fragmentos que hemos recogido durante nuestras vida nos devuelven una parte de todo eso, pero existen huecos y vacíos enormes Por esa razón no importa si estamos cerca de los días en que se completa este libro o si estamos mucho tiempo adelante en el futuro, tomemos este regalo, este nuestro pasado, nuestra gente, nuestra historia, de aquí venimos y vendrán más también, estos somos nosotros y nuestros descendientes, pero sólo nosotros y los que vengan después de escogerán a dónde quieren ir y quienes quieren ser, a ellos sólo les pedimos que donde vayan y mientras existan nacidos en nuestra sangre lleven consigo esta su identidad y su pasado.